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martes, 7 de diciembre de 2010


RECORDANDO A LENNON

Escribir sobre John Lennon es difícil, sobre todo si se quiere evitar caer en los convencionalismos comerciales, frases de elogio hechas y aplicables a cualquier artista que destaque mínimamente o bien dejarse llevar por las garras del marketing discográfico. Este 8 de diciembre se cumplen 30 años de la lamentable desaparición de John Lennon (no pienso hacer publicidad del desalmado que apretó el gatillo). Nos hacemos mayores al estar marcados por esa moda de efemérides que va contando el tiempo y recordando muertes y nacimientos.

El paso del tiempo, la perspectiva temporal, en muchas ocasiones facilita valorizar un movimiento cultural o un personaje de una manera mucho más histórica, por una parte, con sus consiguiente metodología y análisis y por otra apreciar el legado de ese movimiento o personaje. En el caso de Lennon, aún siendo considerado un gran músico en vida, se amplia esa percepción al repasar su producción musical y su proyección humana en la sociedad en la que vivió, por extensión la nuestra también. Como otros muchos artistas su muerte prematura nos deja un legado de su actividad e influencia social que podríamos tildar como inacabado, aún teniendo un gran potencial su campaña por la paz a principios de los 70, su activismo político en el momento que se instaló en EEUU, etc, el hecho de que hubo un punto de inflexión en su retiro voluntario de 5 años (1975 – 1980) y que a su vuelta fuera asesinado nos da un resultado inconcluso que también sucede con su producción artística – musical.

Surge entonces el sano egoísmo del fan, del oyente, del crítico musical…, en torno a lo que podría haber hecho Lennon en estos próximos años musicalmente hablando e incluso socialmente. Resulta ocioso preguntarse que hubiera pasado: ¿una hipotética reunión de los Beatles ¿nuevas y grandes canciones?, una vuelta al protestantismo social y político como única arma la música y la palabra? (seguramente le hubiera montado un buen pitote a muchos políticos actuales). Es muy probable que todo eso hubiera sucedido y más. Pero se ha visto sustituido por la explotación discográfica de su música e imagen. Qué se le va hacer, es la sociedad en la que vivimos.

A modo de utopía habría que hacer un esfuerzo, en contra de esa sociedad, para recordar a un Lennon, que no era ni Dios, ni Jesucristo, aunque en algún momento se dijo ser más famoso que él. Simplemente era un humano artista, con una gran sensibilidad para escribir grandes y sentidas canciones, con unos grandes defectos personales, como todo el mundo, pero que se le hecha de menos, sobre todo si echamos una mirada las llamadas listas de éxito actuales y a la autenticidad del protestantismo social (a Lennon no le hacía falta publicidad). Lennon, aunque dijo en una ocasión que a veces le gustaría haber sido un puto pescador, lo único que sabía hacer era escribir canciones y plasmar en ellas sus sentimientos, algo que escasea también en la actualidad. Y lo bueno que con ello se divertía y ganaba dinero. Por lo tanto, recordemos a ese Lennon músico, artista y humorista que nos alegraba los días hasta llegar a décadas. Recordemos al Lennon humano artista.

Durante esta semana de su aniversario de su fallecimiento, The Pop Art trío (www.myspace.com/thepopartrio) realizará 2 sentidos conciertos tributo en homenaje a su figura musical.

8 de diciembre 2010 Teatro Echegaray de Málaga a las 21h

11 de diciembre 2010 Teatro Jacinto Benavente de Galapagar (Madrid) a las 20h

http://www.telentrada.com/Telentrada/Espectaculos/Musica/Espectaculo+Recordando+a+Lennon

viernes, 1 de octubre de 2010

¿Porqué The Beatles....?


¿ Porqué The Beatles...? (Artículo breve cedido al Círculo Machado)

¿Una pregunta obvia? Quizás, pero en ocasiones nos debemos preguntar por qué The Beatles y su música siguen sonando a lo largo de diversas generaciones, desde aquellas que vivieron en directo el fenómeno hasta las más actuales. Incluso nos debemos preguntar si es una exageración, un excesivo producto de marketing o bien tienen toda la licencia artística para mantenerse en los anales de la música popular del siglo XX.
Sí, llegamos a un hotel y en el hilo musical suena Yesterday. Llamamos por teléfono a cualquier empresa y durante la espera suena Let it be. Ponemos la televisión y de diez anuncios, seguro que uno tiene melodía beatle. Este entorno musical, muchas veces edulcorado hoy día, se corresponde con un fenómeno musical y de marketing, pero al fin y al cabo lo que prevalece es lo artístico, la esencia de unas composiciones, la forma de canalizar influencias musicales de dos compositores como Lennon & McCartney y la entidad de cuatro muchachos que durante ocho años convulsionaron la industria discográfica y que, como bien dijeron ellos mismos respecto al fanatismo, se sentían en el mismo "ojo del huracán" siendo el exterior la locura. Quizás fue esta posición lo que les permitió tener los pies en la tierra para desarrollarse como músicos, como experimentadores sonoros y conseguir así una evolución musical que, a mi entender, es lo más destacable de The Beatles. De Love me do a Let it be hay un buen trecho... artístico, porque sólo pasaron ocho años, y actualmente los artistas "emergentes", o bien no aguantan ni cinco años o bien sus canciones suenan igual que cuando comenzaron.
Y de estas preguntas, en parte, surge la idea de The Pop Art Trío, formación que con todo el respeto (posible dentro de la interpretación), con todo el cariño (porque la música hay que acariciarla) y con todos sus recursos (tan solo tres instrumentos que buscan lo más acústico y genuino) buscan revalorizar -si cabe- y hacer sonar las canciones más y menos conocidas de los "Fab four".
The Pop Art Trío no se planteó desde el principio realizar imitaciones; más bien somos intérpretes que recogemos ese legado armónico tan rico y en ocasiones lo reinterpretamos en otras claves musicales: ¿Cómo darle la vuelta a She Loves You para que suene a blues?... pensamos en Ray Charles... Cómo tocar In my life... pensamos en una pieza barroca...En otras ocasiones las canciones son tan directas que respetamos el original, pues no hay nada más que hacer... llegan al público.

En 2010 se han cumplido 40 años desde la separación de este emblemático grupo. El sábado 9 de octubre de 2010 The Pop Art Trío ofrecerá en la Abadía de Neumünster un amplio recorrido por las mejores canciones de los Beatles.

jueves, 26 de agosto de 2010

Recensión crítica sobre el libro de Ted Gioia "Blues. La música del Delta del Mississippi".


FICHA BIBLIOGRÁFICA. Ted Gioia. BLUES. La música del Delta del Mississippi. Madrid. Turner Publicaciones 2010. 1ª Edición marzo 2010. 519 Páginas. Edición original: Delta Blues. The life and times of the Mississippi masters who revolutionized American music. W.W. Norton & Company, 2008.

Músico, compositor, crítico, historiador, profesor y productor de jazz, Ted Gioia parece reunir todas las disciplinas, metodología y sentimiento preciso para afrontar un ambicioso estudio sobre el blues que no se queda en lo meramente académico a modo de recopilación de datos curiosos. Y realmente lo consigue con este libro, como lo hizo con su “Historia del Jazz” bien aclamada por la crítica especializada. Es desde luego un trabajo de envergadura por los datos en sí que aporta como gran investigador, pero más meritorio es lograr atraernos con una lectura directa como la misma música blues cuando nos atrapa al escucharla. Leer su libro es casi como escuchar blues; nos transporta fácilmente desde los posibles orígenes de esta música, mostrándonos el abanico de las distintas teorías al respecto (la más común es su procedencia de África), para iniciar posteriormente un camino sugerente de forma cronológica pero muy ameno por el desarrollo de esta música, con sus personajes principales, algunos leyendas ya, y otros leyendas de culto y gente anónima que básicamente procedían de las labores de la tierra pero que a la par contribuyeron, quizás de forma inconsciente, a crear tendencias en el blues, estilos propios y que posteriormente fueron redescubiertos gracias a la labor de investigadores y etnomusicólogos como Alan Lomax o John Wesley Work y que Gioia menciona a éstos y muchos otros estudiosos del blues, contrastando información, poniendo en duda diversas teorías o, como buen investigador, haciéndose preguntas muy necesarias para tener buenos argumentos.

Es pues, una historia sobre una música, que sin ser del todo infravalorada, sí que poca gente se detiene, por lo menos en nuestro país, a intentar conocer sus orígenes y el verdadero valor como música popular, música de una tierra y casi diría yo, música universal. Sí, porque el blues está en todas partes y su influencia, resaltada durante todo el libro por Gioia, es tan amplia, sus notas tan particulares, que flotan en cualquier tendencia musical actual. Al respecto es curioso que las distintas vías que tomó el blues llegando hasta su comercialización y la eclosión del blues más eléctrico de Chicago (una evolución natural), ocasionaron a la par un cierto encubrimiento de lo que fue el blues rural, alma Mater de esta música y que Ted Gioia resalta la diferencia con una frase que considero magistral y que define perfectamente esa evolución del blues rural al más eléctrico de New York y posteriormente Chicago: “sí, esto era blues, pero un blues tan distinto de la variedad rural del Delta como las fibras de algodón sin refinar de la plantación lo eran de las elegantes prendas que con ellas se hacían para los grandes almacenes neoyorquinos.”

Es, pues, la narración de este primigenio blues rural la parte más interesante a descubrir del libro de Gioia. En su origen el blues se desarrolla básicamente en el campo, los field holler, sus formas se acercan a los work songs, y del campo pasamos por las cárceles, los cruces de caminos y sus eternas leyendas y nombres propios como Charley Patton, Son House, Tommy Johnson, Skip James, Roberto Johnson, Muddy Waters, Howlin’ Wolf, B.B. King… cuyas vivencias suministraron de alguna manera unos elementos propios del Blues, en sus letras, en su ejecución, en su sentimiento, dando licencia al blues de música popular merecidamente estudiada por etnomusicólogos e incluso arqueólogos, aunque fuera de forma fortuita, como el caso que narra sobre una de las primeras documentaciones sobre el blues a cargo del arqueólogo Charles Peabody que con el objetivo de unas excavaciones se encontró con una música para él desconocida e interesante de investigar: la que sonaba al ritmo de trabajo y de descanso de los hombres contratados, por lo que redactó unas “notas sobre la música negra” remitiéndolas al Journal of American Folk – Lore.

Todo el ambiente y surgimiento de este blues rural planea sobre el libro como el verdadero valor de esta música, y aún avanzando cronológicamente en algunos personajes más relevantes del blues como B.B.King, Muddy Waters o John Lee Hooker, el autor siempre vuelve a los orígenes cuasi a modo reivindicativo de que no nos olvidemos de cómo surgió una música que parece emerger del más profundo sentimiento humano. Es una vuelta a estos orígenes como sucedió en la década de los 60’ en Inglaterra cuando jóvenes melenudos como los Rolling Stones, Eric Clapton o los propios Beatles reconocían la influencia de los maestros del blues de EEUU y de alguna manera sacaron de la miseria o de su habitat del momento a muchos cantantes y guitarristas que ya eran ancianos retirados a las eternas labores del campo. Curiosa a este respecto es la narración sobre las sesiones londinense grabadas por Howlin’ Wolf con músicos británicos.

En definitiva, un libro cuyas 500 páginas se degustan rápidamente y que nos anima en segunda línea a descubrir joyas musicales genuinas, autores como Son House, Charlie Patton, Skip James,…verdaderos artífices del blues que flotaba en las entrañas del Delta del Mississippi.

Skip James Video

domingo, 13 de junio de 2010

Extractos del libro autobiográfico de Duke Ellington : "La música es mi amante".


Calentando motores para mi próxima recensión crítica sobre el libro autobiográfico de Duke Ellington "La música es mi amante". Aquí algunas notas al respecto de temas interesantes:




  • Sobre Shakespeare y el jazz: "Shakespeare despierta muchas simpatías en mí, porque considero que hay fuertes semejanzas entre un concierto de jazz y la producción de una obra de Shakespeare: semejanzas entre los productores, los artistas y el público...Lo mismo sucede con Shakespeare. El espectador no puede comprenderlo todo la primera vez; la visión repetida multiplica la satisfacción. Se da un perfecto paralelismo con el jazz, cuya escucha repetida lleva al disfrute".
  • Sobre sus primeras experiencias y aprendizajes en el piano: “En la calle T había una gran sala de billar, entre las calles 6 y 7, la sala de billares de Frank Holliday, vecina del Howard Theatre. (…) También acudía los pianistas (…) Ralph Green, Claude Hopkins, Shrimp, Phil Word. Roscoe Lee y Claude Hopkins era los pianistas que sabían leer partituras, al igual que Doc Perry, Louis Brown y Louis Thomas.Y luego estaban Clarence Browser, Sticky Mack y Blind Johnny que no sabían leer partituras, pero entre ellos y los pianistas que sí sabían se daba un entendimiento y un intercambio maravillosos.

Ellington, Edward Kennedy., La Música es mi amante. Duke Ellington,Barcelona, Global Rhythm Press, S.L., 2009

sábado, 12 de junio de 2010


Mi "cajón de sastre" (que algún día ordenaré).

Mis próximas investigaciones, ensayos y escritos precisan como tales de un planteamiento metodológico que plasmo en pequeños escritos que ponen a prueba el mismo tema de investigación.

En este caso, y dado mi interés por la historia del Mundo Actual, echo mi mirada a los años 60 y en concreto la sociedad inglesa, y los que me habéis estado leyendo comprenderéis mi especial interés por el fenómeno "beatle" desde perspectivas más académicas, si cabe, y con elementos analíticos que posibilitan profundizar de una manera más enriquecedora en el propio fenómeno. Para ello muestro el proceso por el cual podemos llegar a realizar un ensayo más profundo de lo que significó un periodo determinado en la historia de la música popular y por extensión en su influencia en la sociedad y la industria musical en general. Podemos llegar a debatir sobre economía, sociedad, cultura, y... por supuesto de música. Este es, pues, uno de los temas más desarrollados últimamente dados mis proyectos ya puestos en marcha, desde el apartado más artístico (como pianista de la formación The Pop Art trío con la que adaptamos temas de The Beatles) y el académico con las Conferencias dadas en los últimos años con el título "The Beatles: una aproximación social y musicológica". El objetivo final es claro: realizar un ensayo sobre el tema.

Tema de investigación inicial: La década de los 60 en Gran Bretaña: cultura, música y sociedad.

Acotamiento del tema: La influencia del fenómeno beatle en la sociedad inglesa.

A la hora de abordar el tema de investigación, tras su elección y acotación, y aplicando los criterios de relevancia, viabilidad y originalidad, y una metodología de investigación determinada para el tema, tenemos que realizarnos una serie de preguntas acerca de lo que nos puede deparar la profundidad del tema en cuestión, preguntas que nos lleva a formular una hipótesis y vincularla a esas preguntas, que en definitiva, no son más que la teoría del tema.

El tema elegido y acotado, viniendo de una generalización excesiva como sería estudiar y analizar una época cultural concreta y de un país concreto, fue y es aún hoy en la actualidad un tema atractivo en su apartado musical, pero no lo es menos en su participación e influencia en una década - denominada gloriosa- como los años 60’ en Inglaterra. Se trata de analizar cómo un grupo musical (en este caso el grupo británico The Beatles), cuyos miembros provienen de la cultura de la posguerra del conflicto mundial finalizado en 1945, llega a influir, no sólo con su actividad artística, sino en las mentalidades, pensamientos, moda, las letras, e incluso en la economía y la política de un país.

No debemos desestimar el hecho de que The Beatles fuera un grupo de música popular y no vinieran, pues, de esas altas instancias de la cultura intelectual que pertenecen – como si de una exclusividad se tratara – a la música clásica, a la pintura contemporánea u otras artes consideradas, como si aún estuviéramos en la Edad Media, artes mayores. No más lejos de la realidad, pues el grupo británico sí tuvo en realidad, e incluso antes de nacer el grupo, su componente intelectual, siendo estudiantes algunos de sus miembros (John Lennon), por ejemplo, en la Escuela de Arte de Liverpool o bien su ligazón posterior en el mundo de las artes (con dos libros de poesías publicados) o bien la utilización de cánones de la música clásica en sus canciones a partir de la mitad de la década.

Una pregunta básica para que nuestro tema tenga un fundamento investigador sería si realmente The Beatles influyeron en la sociedad inglesa, entendiendo como sociedad “entidades poblacionales, que considera los habitantes y su entorno, interrelacionado con un proyecto común, que les da una identidad de pertenencia. Asimismo, el término significa un grupo con lazos económicos, ideológicos y políticos”.1 La respuesta, obviamente, es afirmativa, desde el mismo momento en que ellos pertenecieron y participaron en la sociedad inglesa, en un aspecto cultural concreto (música popular), pero extendiendo su influencia desde la moda, los comportamientos, y como he comentado anteriormente, en determinados niveles, en la política y en la economía.

Si aplicamos el criterio de relevancia, podemos destacar el interés social que tiene el tema, que nos permitiría tomar nota de un proceso de evolución de una entidad cultural – artística (The Beatles) dentro de una década determinada, para así dar explicación a fenómenos actuales, extrapolándolo por ejemplo a nuestro país, que aún sin llegar a una misma calidad en algunos casos, sí influyen en las formas de vida actuales, en la industria y en la cultura de masas: tales son lo que generó la movida madrileña de los 80’, Operación Triunfo en el 2000 y los consiguientes proyectos de marketing, que supusieron y suponen una intrusión profesional pero que tuvieron una influencia importante para lo que se refiere a las culturas masivas; o bien, en otro contexto más extenso, la importancia actual del fenómeno de la World Music en el mercado mundial. Ambos ejemplos son factibles de investigar, pero nos atenemos al elegido por haber sido el fenómeno pionero en muchos campos, no sólo musicales, sino también en lo que se refiere a la industria discográfica y al marketing.

El criterio de viabilidad se cumple al disponer de una extensa biografía del tema (tanto en sus fuentes primarias – quizás algo escasas – como en sus fuentes secundarias, más numerosas), y que en concreto en este trabajo, procuraremos acudir a numerosas fuentes de Internet. Precisamente el criterio de originalidad daría respuesta a los escasos trabajos concretos sobre el tema, pudiendo considerarse, si se encaminara bien el trabajo de investigación, una obra original que abordara el “famoso” fenómeno desde una perspectiva totalmente diferente a como es tratado en la numerosa bibliografía existente en torno al grupo de Liverpool o sobre la cultura inglesa en la década de los 60.

¿Qué hipótesis podríamos formular respecto al tema elegido? Una factible, aunque sería necesario la lectura exhaustiva de las fuentes elegidas, sería el interés de tratar la influencia mencionada al estar ésta vinculada a factores de primer orden social, político y económico, y que tal como se menciona en el libro de Métodos y técnicas de investigación en Historia Moderna e Historia Contemporánea2 refleje esta vinculación la dinámica de la sociedades (cambios cualitativos y cuantitativos). Destaco, pues, una serie de cuestiones y hechos (de forma esquemática) relacionados con el tema, lo que nos posibilitaría el inicio de la investigación:

Inicio de la década: Primer ministro conservador Harlold McMillan en descenso de popularidad. Ascensión Harold Wilson, del partido laborista (quien en su campaña utiliza a The Beatles como reclamo publicitario). Exportación “beatlemanía” = optimismo y orgullo nacional. Una sociedad basada en los méritos cayendo las barreras de las clases sociales. MBE (Miembros del Imperio Británico) concedida al grupo británico.

Economía: The Beatles como generadores de divisas (giras mundiales 63-64) The Beatles como crítica social: canción Taxman (Mr. Wilson, recaudador de impuestos)

Mitad de la década: renacimiento cultural en el Reino Unido, y más en concreto su capital Londres. 1967 un punto de inflexión: edición Sgt. Peppers y relación con el misticismo oriental (intercambio cultural). Relaciones del perfil de la mujer con las parejas de los Beatles. Los Beatles personificaron la revolución social y su ruptura coincidió con la vuelta del conservadurismo.


Notas:

1 Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad

2 Alted Vigil, Alicia; Sánchez Belén, Juan A., Métodos y técnicas de investigación en Historia Moderna e Historia Contemporánea, Madrid, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S.A., 2005, 283 pp.


domingo, 31 de enero de 2010

Síntesis y naturaleza sobre la conferencia “The Beatles: una aproximación social y musicológica”.




“The Beatles: una aproximación social y musicológica”.
Conferencias realizadas:

Casa de Cultura de Navacerrada (Madrid). 17 de abril de 2009
Casa de Cultura Alfonso X El Sabio en Guadarrama (Madrid). 30 de octubre de 2009.
Escuela de Música Dionisio Aguado de Fuenlabrada (Madrid). 26 de febrero de 2010.

La idea de ofrecer una conferencia sobre los Beatles desde una perspectiva más social y musicológica surgió a raíz del interés por parte de la Casa de Cultura de Navacerrada de ofrecer un concierto del proyecto musical que llevo a cabo como pianista, “The Pop Art trío” (www.myspace.com/thepopartrio ), por lo que finalmente se ideó concentrar en un fin de semana temático y suficientemente interesante para todos los públicos, conferencia y concierto en días consecutivos.
La conferencia que impartí estaba complementada a través de imágenes, audios y videos de un Power Point proyectado en pantalla, de tal manera que resultaba atractivo en la introducción de cada tema apoyarse en ese material, tanto para el público como para mí.
No quería enfocar la conferencia con la consabida trayectoria biográfica de The Beatles, ni caer en tópicos no contrastados, que a modo de “leyendas urbanas” invaden hoy día la red. De alguna manera me puedo considerar un “estudioso” del fenómeno beatle desde el momento en que devoraba libros sobre ellos con la temprana edad de 14 años. Pronto advertí que la mayoría de libros repetían la fórmula de narrativa biográfica propia del siglo XIX en los albores de la musicología, insertando alguna que otra anécdota que no pasaba de ser meras curiosidades de las que difícilmente podías extraer debates o conclusiones más profundas sobre el cómo y el porqué, por poner un ejemplo, e incluso se vislumbraban como fuentes escasamente contrastadas. Hoy día la red nos ofrece – ya desde el aspecto personal al profesional de investigador – una cantidad ingente de fuentes de información, siendo fácil, a través de los buscadores, poner cualquier concepto o nombre para que nos arroje multitud de resultados. Sin embargo hay que tener mucha precaución a la hora de manejar esas fuentes y obligatoriamente debemos ponerlas a prueba.
Lógicamente, con todo ello, podemos suponer que la bibliografía escrita sobre The Beatles es muy extensa, al igual que los blogs sobre el grupo y la información en general en la red. Un buen ejemplo de búsqueda de un tema a investigar en la red, en este caso en algo tan tratado como la trayectoria de The Beatles, es utilizar las hemerotecas en red de los periódicos, de los cuales, si tan sólo nos centramos en los de tirada nacional que tengan ese servicio y dispongan de la digitalización de sus noticias, nos podemos encontrar, por ejemplo en La Vanguardia, verdaderas curiosidades factibles de transformar en fuente de información valiosa, siempre que sepamos realizar las oportunas preguntas a la información obtenida, sea un texto de una noticia que pueda parecer superficial o incluso si es una fuente fotográfica.
Artículo del 4 de julio de 1965 “Los Beatles y su mito”:
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/1965/07/06/pagina-34/33558327/pdf.html?search=beatles

Tras mi licenciatura en Historia y el inicio de Historia y Ciencias de la Música, mi intención ha sido siempre adquirir una metodología concreta a la hora de acercarme a cualquier fenómeno, sea musical, social o histórico, sin olvidarme por otra parte de mi condición de aficionado o de inicial diletante, eso sí, pasivo. Y creo que es un camino interesante a seguir cuando te planteas impartir una conferencia dirigida a un público general, en la mayoría de los casos no especializado; en definitiva, un público ávido de consumir cultura, bien por curiosidad del evento en sí mismo en el formato de Conferencia, a la que muchas “personas de calle” les gusta asistir a modo de adquisición de conocimientos varios, o bien por el mismo tema en sí (en este caso The Beatles como fenómeno), tan de actualidad constante “gracias” a los recordatorios comerciales de las editoriales discográficas ávidas de mantener las ventas a base de novedades no tan, quizás, efectivas. (Al respecto ya escribiré sobre el tema a debatir de la reciente remasterización del catálogo de los Beatles, su veracidad, su función o necesidad de ello y el posible dilema de considerar una obra musical, que perteneciente a otro tiempo, pueda transformarse en aras de una mejora técnica).
Sea por un motivo u otro no hay que dejar de considerar que aún hoy día el público que asiste a una conferencia relaciona ésta con un tema serio a tratar, y a la par este “tema serio” siempre se anexa a tiempos más lejanos o con una etiqueta más “culta”. Este hecho se refleja y persiste todavía en el ámbito académico, en el que el canon educativo en todos los niveles discrimina la música popular relegándola a un segunda plano con respecto a la llamada “música culta” o “música seria” sin atreverse a dar el mismo tratamiento a compositores o artistas como Dylan, Lennon-McCartney y Beethoven y Mozart por poner algunos ejemplos. Está claro que los sistemas musicales de la música clásica (por poner una etiqueta) y los de la música pop (por poner otra) no son iguales y ni tan siquiera buscan serlo; simplemente son conceptos diferentes, que en ocasiones se nutren a sí mismos, pero que no por ello debe uno sobreponerse al otro como más importante o más meritorio.

Con estas bases y planteamientos me gusta abordar cada conferencia que doy, puesto que busco una posible revalorización del tema: el fenómeno de los Beatles puede parecer un tema “gastado” si nos atenemos a la información que circula de forma indiscriminada por la red o por la cantidad de libros que se editan anualmente, unos con más oportunismos que otros y que no reflejan, en ocasiones, más que anécdotas. Otros, sin embargo, parecen venir de la mano de nuevas generaciones de investigadores (entre los que me gustaría incluirme), que buscan otros prismas y aplican una metodología mucho más rica gracias también a la perspectiva temporal que ha aumentado y de esa forma se ofrece la oportunidad de ver el fenómeno de forma más seria. En esa metodología entran en juego muy diferentes disciplinas como la sociología, la propia musicología con sus extensiones, y la historia, dentro de la cual tiene un gran valor el hecho de confeccionar una historia del mundo actual. En definitiva son disciplinas que se interrelacionan o que cuando sabemos interrelacionarlas logramos sacar un jugo mucho más sabroso que quedarse en el mero anecdotario del fenómeno.

Próxima conferencia: Escuela de Música Dionisio Aguado de Fuenlabrada. 26 de febrero de 2010 17:30h. “Jornadas de Música del Siglo XX”.

lunes, 4 de enero de 2010

DISCOS ESENCIALES

Artículo cedido como colaborador para la revista semestral de reciente creación
"2227" de la Asociación Cultural La Maliciosa de Navacerrada Nº 1 Enero 2010. Sección Discos indispensables.




Harry Connick Jr.: “25
Género: Jazz
Publicado en: 24/11/1992
Sello: Sony / Columbia

Quizás no tan conocido por el público español, Harry Connick Jr. es un cantante, pianista, compositor y showman que se fue abriendo paso en el mundo jazzístico norteamericano canalizando todo su aprendizaje musical en muy diversos registros del jazz y que al que se le llegó a considerar el nuevo Sinatra y que desde su debut a los 11 años nos ha regalado una extensa producción discográfica. “25” (que hace referencia a su edad en el momento de sacar el disco) es un trabajo eminentemente pianístico y vocal, tratado con gran sutileza y que es ideal tanto para amantes del jazz más tradicional como cualquier melómano. A pesar de que con su anterior trabajo perteneciente a la banda sonora “Cuando Harry encontró a Sally” le había otorgado ya cierto renombre en los círculos musicales jazzísticos, “25”, siendo su octavo disco, llegó a consolidar su carrera, pues en ocasiones un trabajo tan directo y natural como una voz y un piano llega a valorarse como algo más genuino
Harry Connick Jr. muestra en este trabajo sus grandes dotes como pianista y como cantante, ambas facetas manejadas de forma magistral, pero sin ese empacho de virtuosismo instrumental que en ocasiones encontramos en otros músicos de jazz y que está dirigido a músicos oyentes o grandes amantes del jazz. Su estilo al piano es limpio, natural y muy personal, pues el desarrollo tanto de las melodías como los arreglos realizados en cada tema muestran una inventiva propia que se envuelve de momentos pianíssimos como de otros más enérgicos en función de cómo camina cada tema. Si a ello le añadimos su característico tratamiento vocal en el más tradicional estilo de crooner americano, la combinación es más que agradable. Y es más, hay que contar con los temas que nos encontramos en “25”, la mayoría pertenecientes al jazz más tradicional (Caravan, After You've Gone) pasando por el swing y por temas de Broadway (“On the Street Where You Live”) pero retomados por Connick con un cierto aire de actualidad pero conservando su más pura esencia musical. Tras Harry Connick Jr. (que también ha interpretado papeles de actor en películas como Copycat) surgieron estelas como Micheal Buble, más como respuesta comercial y aprovechando el tirón del revival jazzistico de la mano del propio Connick o posteriormente de Diana Krall y más actualmente de Jaimie Cullum, un chaval a considerar.

DISCOS ESENCIALES


Artículo cedido como colaborador para la revista semestral de reciente creación
"2227" de la Asociación Cultural La Maliciosa de Navacerrada Nº 1 Enero 2010. Sección Discos indispensables.

The Beatles: “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”
Género: pop
Publicado en: 01-06-1967
Sello: Parlophone - Emi

Recomendar un disco como el Sgto. Peppers Lonely Hearts Club Band de The Beatles puede resultar muy obvio al tratarse de uno de los trabajos – sino el más – mejor reconocido en la Historia de la música popular del siglo XX. Sin embargo en ocasiones ese mismo reconocimiento impide un acercamiento musical a una obra que se contextualiza en un fenómeno como el que protagonizaron sus autores y que parece que sólo pueda interesar a los seguidores del conjunto británico que de por si ya tienen prácticamente toda la discografía en su discoteca.
Pero el álbum Sgto. Peppers no sólo debe ser considerado como un disco más de la discografía oficial de The Beatles (aunque si situarlo como su obra cumbre, precisamente cuando el conjunto había decidido abandonar las giras y toda la prensa comentaba que a The Beatles se les habían agotado las ideas), y es recomendable incluso hacer una escucha desde otra perspectiva. En primer lugar fue uno de los primeros discos conceptuales, que casi a modo de narrativa, como si de música programática se tratara, nos sumerge en una atmósfera, en ocasiones un tanto onírica (Lucy in the Sky with Diamonds, A day in the life) y en otras a modo de reflejo de la realidad social y cultural del momento (She’s leaving home, Good Morning). Por otra parte fue un paso más en lo que se refiere a técnicas de estudio y un desbordamiento creativo de sus componentes que se sumergen en una diversidad de estilos aunque manteniendo su identidad. Una orquesta de 40 músicos, instrumentos como el sitar y diferentes efectos sonoros conforman una obra musical única que se completa con el diseño de su portada, verdadero diseño gráfico próximo al Pop Art.
Bien para quien sea seguidor de The Beatles como para quien no, e incluso tenga otros gustos, es recomendable una escucha de este gran trabajo que marcó un antes y un después en la música popular y en la industria discográfica y hacerle un hueco en nuestra estantería.